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Blog de alfredo20032

Autonomias

Gobierno en Asturias

Gobierno en Asturias

Finalmente, tras necesitar una segunda convocatoria electoral, se constituye un gobierno en Asturias, encabezado por el socialista Javier Fernández, con perspectivas de estabilidad.

A la constitución de este gobierno se ha llegado después de un largo culebrón en el que se han puesto de manifiesto todos los ingredientes que hacen que la política sea una actividad socialmente desprestigiada.

En las elecciones autonómicas de Mayo de 2011 se produjo el triunfo de la derecha en consonancia con lo sucedido en el resto de España. Pero la derecha en Asturias estaba dividida, viejas y nuevas querellas, con un fuerte componente de personalismo, hicieron que se presentara dividida y que el triunfo del Foro de A.Cascos no pudiera consolidar un gobierno estable ante la imposibilidad de pactar con sus antiguos compañeros del Partido Popular.

En estas circunstancias se convocan nuevas elecciones en las que se produce un empate en el número de representantes entre la derecha y la izquierda, con pérdida de votos del Foro y subida del PSOE, y la entrada en escena del partido de la ambigüedad estratégica: UPyD, cuya principal divisa acostumbra a ser: no mojarse en nada, criticarlo todo en términos generales para así tener siempre razón.

En este escenario la izquierda se pone pronto de acuerdo, la derecha inicia un tira y afloja orientado más que a constituir gobierno a echarse la culpa mutuamente, y UPyD busca la manera de que las cosas se resuelvan solas para no tener que definirse y mantener su virginidad política: Ni de izquierdas ni de derechas sino todo lo contrario.

Después de muchos dimes y diretes la derecha no consigue ponerse de acuerdo, UPyD decide finalmente apoyar la investidura de Javier Fernández y el PSOE e IU acuerdan un gobierno de coalición.

No faltan ingredientes externos en este proceso como la amenaza del Ministro de  Hacienda, Cristóbal Montoro de intervenir económicamente al principado, aprovechando la ley de estabilidad presupuestaria, obviando la situación política que se vive en el mismo.

El último capitulo de este culebrón lo protagoniza IU que, haciendo gala de un funcionamiento asambleario más propio del 15 M que de un partido político, convoca un referéndum entre sus bases para ratificar el acuerdo de gobierno. Las bases de IU deciden, por un puñado de votos, no entrar en el gobierno para "evitar desgastarse electoralmente" en lo que constituye todo un alarde de responsabilidad política.

Esta muestra de "democracia extrema" de IU tiene algunos elementos dignos de consideración.

En primer lugar participa solo el 30% de los afiliados lo que quita valor al referéndum.

En segundo lugar la dirección queda desautorizada pero eso no tiene consecuencias políticas: Nadie dimite.

En tercer lugar hay que notar que IU ha tenido la llave de la gobernabilidad en tres CC.AA. y en cada una de ellas ha tenido un comportamiento distinto: Dejar gobernar a la derecha en Extremadura, gobierno de coalición en Andalucía y apoyo al PSOE sin entrar en el gobierno en Asturias. Toda una lección de coherencia política.

Algo tendrá que ver en este comportamiento la dura oposición y la descalificación que la dirección de IU ha tenido en los últimos años hacia el PSOE, actitud que se ha transmitido a sus bases, que no han sido capaces de dar el "giro hacia la orilla de  la realidad" que la situación demanda, aunque su dirección haya cambiado su orientación política.

Quién siembra vientos recoge tempestades

 

Llegó la hora de retratarse

Llegó la hora de retratarse

La acción política de algunas organizaciones se limita en muchas ocasiones a proclamar grandes ideas teóricas, mas o menos demagógicas, que a veces encuentran un cierto apoyo electoral. El papel real de estas organizaciones en la sociedad es normalmente muy limitado.

UPyD es desde su fundación un paradigma de esta actitud que, aunque le ha llevado a conseguir una cierta proyección política,  no le ha obligado casí nunca  hasta ahora a tomar una posición precisa sobre los temas concretos de los gobiernos al nivel que sea. En el parlamento nacional se ha limitado a hacer grandes proclamas genericas sobre terrorismo, criticas al estado Autonómico, transparencia democrática, etc, pero casi siempre viendo "los toros desde la barrera" sin aportar propuestas factibles  ni enfrentarse directamente con los problemas reales.

En la Comunidad de  Madrid, en las últimas elecciones municipales, donde UPyD ha tenido una presencia un poco mayor, se ha limitado a dejar gobernar a la lista mas votada, que en casí todos los casos era la de la derecha.

El cambio que se ha producido en Asturias da un empate entre derecha e izquierda y obliga a UPyD a "retratarse", votando explicitamente a la derecha  o a la izquierda, aunque solo sea por la via de la abstención. Aunque, probablemente,  lo único que tiene UPyD de izquierdas es el origen de su presidenta, lo mas ambiguo que puede hacer, y la ambigüedad ha sido hasta ahora su principal seña de identidad, es la abstención, otra cosa será su comportamiento durante la legislatura si finalmente acaba habiendo un gobierno progresista en Asturias.

Quien también tiene que retratarse, en este caso en Andalucía y Asturias, es Izquierda Unida, que también cae con mucha  frecuencia en la defensa grandilocuente de las grandes ideas, muchas veces con un considerable contenido quimérico, evitando  bajar a la realidad.

IU y PSOE han mantenido durante muchos años acuerdos de gobierno en muchos Ayuntamientos que han sido muy positivos para los ciudadanos, pero estos acuerdos no se han extendido a las CC.AA, en parte por la escasa representación que ha tenido IU en ellas y en parte también porque suelen preferir no mojarse demasiado, para no desgastarse, y limitarse a ofrecer un apoyo crítico externo.

En un país que sigue dominado por la derecha, Asturias y Andalucía necesitan  gobiernos progresistas lo más solidos posibles y eso implica acuerdos de gobierno, no fragiles apoyos externos que se rompen al menor incidente.

Aunque parece descartada la locura del esquema extremeño, IU no debería limitarse a apoyar las investiduras y luego discutir uno a uno cada plantemiento político, IU tendría que perder el "miedo escénico" y participar plenamente en los gobiernos autonómicos de Asturias y Andalucía.

Si en el PSOE tenemos que tener una cura de humildad, reconocer nuestros errores y dar un giro a la izquierda, IU tendría por su parte que adoptar una actitud mas pragmática y volver a la orilla de la realidad.

Andalucía y Asturias: Una victoria y un empate

Andalucía y Asturias: Una victoria y un empate

Habitualmente, la interpretación de los resultados electorales se realiza poniendo el énfasis en los aspectos que más favorece al partido que hace la valoración.

Si realizamos el análisis de las elecciones desde el punto de vista que más interesa, quien puede gobernar, los resultados reales son inversos a los que indican los datos numericos:

  • En Andalucía ha ganado la izquierda.
  • En Asturias ha ganado la derecha.

Valoro el resultado de Asturias como empate porque  la victoria de la derecha se ha debido a las peculiaridades de la ley electoral Asturiana, que marca tres distritos, uno grande con 34 diputados y dos pequeños con  6 y 5 diputados respectivamente, que practicamente impiden que los partidos minoritarios obtengan representación.

Si Asturias hubiera sido un solo distrito, como en las elecciones generales,  con 45 diputados, los resultados hubieran sido muy distintos: PSOE, 15; FAC, 12 ; PP, 11; IU 7 y UPyD, 1. Se habría producido un empate entre izquierda y derecha y UPyD se hubiese visto obligado a salir de su cómoda posición tradicional de no mojarse y limitarse a hacer consideraciones genericas.

Todavía queda una  pequeña opción de que esta situación se produzca pues, en la circunscripción occidental, el PSOE está a solo 172 votos de arrebatarle un escaño al FAC y esa diferencia podría superarse con los votos de los residentes fuera de España.

En Andalucía el PSOE ha sido capaz de mantener el suficiente apoyo electoral para seguir gobernando aunque en esta ocasión necesite el apoyo de Izquierda Unida.

 La victoria relativa no debería interpretarse  "como borrón y cuenta nueva" pues el PSOE en Andalucía debe rectificar muchos comportamientos. Escándalos como el de los ERES, que han puesto de manifiesto corrupción por un lado y falta de control administrativo por otro, no deberían repetirse bajo ningún concepto.

Hay que esperar también que IU pueda  contribuir a esta regeneración con planteamientos firmes pero realistas y no se eche al monte con posiciones maximalistas que lleven  a Andalucía  a una situación parecida a la de Extremadura hace pocos meses. Son tiempos de entendimiento de la izquierda y tanto PSOE como IU deben hacer todos los esfuerzos necesarios.

En clave nacional si cabe hablar de una doble derrota del Partido Popular pues no va a conseguir gobernar en Andalucía y en Asturias, tendrá que "tragarse el sapo" de apoyar a Alvarez Cascos, cuña de su misma madera.

Los resultados de Asturias y Andalucia representan dos importantes reveses que castigan la política realizado en estos primeros meses por el gobierno popular, cuyo buque insignía ha sido la Reforma Laboral.

Esperemos que dentro de pocos dias el PP sufra un tercer revés con una alta participación ciudadana en la huelga del 29 M.

CRISIS Y FINANCIACIÓN AUTONÓMICA

La convocatoria de elecciones generales ha sacado rapidamente de la actualidad los resultados del Consejo de Política Fiscal y Financiera celebrado hace pocos dias, en el que el Partido Popular ha desempeñado un lamentable papel que puede ser indicativo de lo que nos espera si finalmente ganara las elecciones generales.

En primer lugar hay que poner de manifiesto el grado de irresponsabilidad que supone pedir que sea el gobierno central quien pague toda la crísis, mientras los gobiernos autonómicos se quedan al margen como si el tema no fuera con ellos.

La vicepresidenta económica los puso en su sitio cuando propuso la financiación por el ICO, de caracter finalista,  que, por un lado expresa la solidaridad y el apoyo del gobieno central a la financiación, y por otro implica no dar mas dinero a las comunidades autonomas que podrían utilizar para lo que les pareciera oportuno, como han hecho en otras ocasiones.

Otro aspecto de esta operación es la estrategia de "tirar la piedra y esconder la mano" del presidente del PP. Primero reune a sus presidentes autonómicos  y los lanza contra el gobierno central reivindicando el aplazamiento por diez años de la financiación de la deuda autonomica. A continuación los consejeros del PP montan el correspondiente numerito y amenazan con un infantil "pues ahora no como" con renunciar a competencias autonomicas como si estas fueran de quita y pon.

Al dia siguiente Rajoy deja a sus representantes en precario diciendo que el PP no va arenunciar a ninguna competencia transferida.

¿No recuerda esto lo que hizo Camps permitiendo que sus compañeros de Gürtel se autoacusaran para luego el echarse atrás?

Vaya tropa la que nos quiere gobernar.