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Blog de alfredo20032

Casa real

El rey se enroca

El rey se enroca

El lamentable culebrón protagonizado por el impresentable presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Divar, ha tenido como colofón una maniobra que pretendía que este sujeto se despidiera en un gran acto institucional, con presencia del Rey.

La casa Real ha estado hábil y ha encontrado en el funeral de un príncipe saudí la justificación adecuada para evitar acudir a esa ceremonia. En ocasiones similares a este tipo de funerales ha acudido el Príncipe de Asturias. Seguramente, si no hubiese existido este funeral de estado, habrían buscado otra excusa para no acudir, y hubieran hecho muy bien. El Rey tenía que enrocarse y escapar de la trampa que le habían tendido.

No hace falta ser monárquico para denunciar el abuso que pretenden hacer los miembros de una casta de privilegiados, que en este caso no son políticos, que tienen  estatus más propios de la Edad Media que del siglo XXI, con las instituciones del estado.

Según las consideraciones de J. Antonio Martin Pallin, magistrado emérito del Tribunal Supremo y comisionado de la Comisión Internacional de Juristas (Ginebra), en una tribuna libre publicada en el País el pasado uno de junio, define lo que es un comportamiento corrupto y concluye que este comportamiento coincide con el que tiene Carlos Divar. El texto citado dice:

Todos los corruptos consideran los fondos públicos como un patrimonio que se puede gastar indebidamente y sin rendir cuentas a nadie. Disponen del dinero público sin miramientos y no admiten críticas ni limitaciones a su omnipotencia. Si estas premisas son ciertas las conductas que se atribuyen a Carlos Dívar podrían ser incluidas en el catálogo de los comportamientos corruptos.

Los últimos acontecimientos extienden este comportamiento de utilización patrimonial de las instituciones a todo el conjunto del CGPJ, no en lo que a los fondos se refiere, sino al conjunto de la institución.

Una vez convencidos la mayoría de los miembros del CGPJ de la necesidad de que su presidente se vaya, en vez de cesarle u obligarle a dimitir, deciden darle una salida digna que no se merece, y permitirle presidir, en compañía del rey, un acto institucional de prestigio.

En otras palabras el sentido corporativo de los miembros del Consejo prima sobre los intereses generales y la imagen del Rey porque quieren darle una salida digna a su presidente en vez de la patada en el culo que se merece.

¿Presuntamente golfo o presuntamente bobo?

¿Presuntamente golfo o presuntamente bobo?

La primera idea que me sugirió el caso del duque de Palma, fue que todos estos  personajes que se aprovechan de su situación privilegiada para "meter mano en el cajón" de una u otra manera,  como Urdangarin, Camps, Jaume Matas, etc.  intentan  hacerse el bobo cuando son descubiertos y echarle las culpas a cualquier otro que tengan a mano.

En el caso de Urdangarin, su primera línea de defensa fue echarle toda la culpa a su socio, argumentando que él se limitaba a poner su linda cara, su titulo de duque y su parentesco con el Rey y mientras que era su socio quien hacía todos los chanchullos.

Esta declaración de confesarse presuntamente bobo para evitar que le acusasen de ser presuntamente golfo no ha funcionado, en primer lugar porque la bobería era solo relativa pues bien que recibía los beneficios de las operaciones, también aqui habría que considerar la presunta bobería de la infanta, que del mismo modo que una militante del PP, ahora ministra de Rajoy, no se había dado cuenta que su marido, metido hasta las orejas en la trama Gurtel, tenía un jaguar nuevo, tampoco se había preguntado de donde venía la creciente prosperidad de su marido.

Como es lógico el socio también juega y no ha querido cargar con todas las culpas en beneficio del señorito y aprovechando que había guardado unos correos electrónicos en los que, aparentemente, el Rey apoyaba alguna de las operaciones con posterioridad a la desvinculación de Urdangarin del Instituto Nóos, amenazó con hacerlos públicos para demostrar las mentiras del Sr.duque.

El último movimiento de Urdangarin al verse cogido ha sido reconocerse culpable, presuntamente golfo por tanto, para poder negociar con la fiscalía una pena menor y evitar ir fisicamente a la  carcel, si la pena es mebnor de dos años.

Para ello parece que está dispuesto a devolver, a medias con su socio, 3.500.000€  aunque parece que la fiscalía piensa exigir que devuelvan todo lo defraudado que parece que  asciende a 16.000.000 €, entre fraudes a las Administraciones Balear y Valenciana (5.800.000 €) y a otras instituciones privadas.

Sería ejemplarizante que la fiscalía aplicase  el máximo rigor, obviando la condición de miembro de la familia real del Sr. duque. En tiempos de crísis económica cuando la sociedad cívil está sometida a continuos recortes y una parte importante de la población está en el paro, no se puede dejar sin un castigo ejemplar las operaciones de estos presuntos, o ya no presuntos, golfos que se amparan en su  alta condición para esquilmar el erario público.

Por otro lado, si la Casa Real quiere evitar otro jaque al Rey deberá actuar con decisión, no basta ya con apartar discretamente al duque de los actos oficiales, hay que echarle formalmente de la familia real y despojarle del titulo de duque al que no ha hecho honor.

La compañía Telefónica, en la que Urdangarin esta enchufado ocupando un vistoso puesto muy ben remunerado de figurin, debería hacer valer su código interno de comportamiento ético y ponerlo en la calle por estar implicado en actos delictivos.

Jaque al Rey

Jaque al Rey

En pleno siglo XXI sería una obviedad tener que demostrar la superioridad teorica de la República sobre la Monarquía. No hay argumentos que permitan defender el derecho a gobernar de una persona por el mero hecho de pertenecer a una familia privilegiada, aunque el poder de un rey sea muy limitado en las democracias modernas.

Sin embargo creo que es posible defender, desde posiciones republicanas, la continuidad de la monarquía actual en España, no desde un punto de vista teórico, sino desde un punto de vista práctico avalado por los 36 años de estabilidad institucional que nos ha proporcionado.  

La monarquia se reinstauró en España a la muerte del dictador, como consecuencia de las "previsiones sucesorias" del régimen franquista que  pretendía dejarlo todo "atado y bien atado".

Afortunadamente el Rey Juan Carlos tomó otro camino y participó activamente en la construcción del regimen demócrático que actualmente tenemos. Posteriormente el Rey contribuyó de forma decisiva a hacer fracasar el golpe de Estado del Teniente Coronel Tejero.

Con estas dos actuaciones el Rey se gano la confianza de los españoles y legitmó la monarquia en España.

El error cometido por el Rey con su participación en una cacería de elefantes es, a mi juicio, grave porque visualiza los aspectos historicamente mas repobables de las monarquías: El Rey se divierte mientras su pueblo pasa toda suerte de penalidades derivadas del desempleo y la crísis económica.

Pero el error del Rey aun siendo grave, tiene un caracter puntual  y ha sido rectificado prontamente con su reconocimiento y correspondiente disculpa, en un gesto que le honra, por ello  hay que considerar el incidente cerrado y el jaque se queda en un episodio accidental provocado por un mal movimiento del Rey. No es un jaque mate a la monarquia.

Creo que es útil analizar las reacciones políticas que ha suscitado este episodio.

El gobierno ha estado dando tumbos y especulando con contradicciones manifiestas sobre si el presidente conocía o no las circunstancias del viaje, en un intento por eludir las responsabilidades que podrian corresponderle por no haberse enterado a tiempo o por no haber disuadido al Rey de realizar ese viaje. Una vez producidas las disculpas reales el gobierno se deshizo en elogios.

La dirección del PSOE se ha expresado con prudencia, evitando una crítica directa a la casa real, pero poniendo su esperanza en la rectificación del Rey, como realmente  ha acabado sucediendo.

Creo que la posición prudente y responsable que ha defendido nuestro S.G. es la más  adecuada dada la situación actual, por mucho que a algunos compañeros les parezca floja y poco decidida.

Si la dirección federal  del PSOE hubiera adoptado una posición  agresiva, del tipo de las declaraciones de IU o Esquerra Republicana, o de  las de algún dirigente regional socialista que, sin cortarse un pelo y en un alarde de irresponsabilidad impropio de su posición, ha sugerido la abdicación del Rey, hubieramos contribuido a crear el riesgo de una crísis institucional que seguramente es lo que mejor le sentaría a España en plena crísis económica.

En estas circunstancias hay que razonar con el cerebro y no con las visceras y evitar el oportunismo, por mas que algunos puedan ver en este incidente una ocasión propicia para instaurar la III República.

Aceptemos las disculpas del Rey y esperemos que no se repitan episodios parecidos, la monarquía, aunque nos sea útil en la  situación actual y no haya actualmente motivos solidos para cuestionarla, no deja de ser una antigualla que acabara cayendo por su propio peso cuando se den las circunstancias oportunas.