Terrorismo

Eguiguren, Las Claves de la Paz

La renuncia a la violencia como estrategia política, que ha proclamado ETA hace pocas semanas, es el fruto de un largo proceso, con muchos protagonistas que incluye acciones judiciales, actuaciones policiales, resoluciones políticas y, también, procesos de negociación que, aunque por sus características  son mucho menos conocidos, no por ello han tenido menor importancia.

El Libro recientemente publicado:

 ETA LAS CLAVES DE LA PAZ,  Confesiones del negociador

nos ofrece una oportunidad única de conocer el desarrollo  de unos acontecimientos cruciales en la reciente historia de España, narrados en directo y en primera persona por el protagonista de los mismos Jesus Eguiguren, presidente del PSE-EE, y con la frescura que da el que hayan ocurrido muy recientemente, practicamente ahora mismo.

Seguramente eramos muchos en Madrid y desde luego en Euskadi, los que estabamos convencidos de que el final de ETA solo podría llegar mediante una combinación de factores que además de políticos, judiciales y policiales, incluían la apertura de contactos con  el entorno abertzale, ETA incluído. Este convencimiento era más fruto de la reflexión que  del sentimiento y las acciones violentas de ETA, por un lado junto con  el sufrimiento de las victimas y su instrumentación política por parte del PP y Asociaciones vinculadas a él por otro, hacían imposible que una posición que combinará todos estos elementos se abriera paso en la opinión de la sociedad española. 

La actuación de Eguiguren tiene por ello mucho valor pues se desarrolló, casí en solitario, con críticas generalizadas y con una precariedad de medios mas propia de los años 50 que del siglo XXI.

Creo que es justo que entre las personalidades que en los últimos años han tenido mayor relevancia en contribuir al fin de ETA: J.Luis Rodriguez Zapatero, Baltasar Garzón y Alfredo Pérez Rubalcaba se incluya a Jesus Eguiguren que ha desempeñado uno de los papeles más dificiles.

GRACIAS JESUS EGUIGUREN

Reflexiones sobre el final de ETA

El pasado jueves 20 de Octubre, la organización terrorista ETA hizo una declaración histórica anunciando el "Cese definitivo de la actividad armada".

Después de 43 años de violencia, 34 de ellos en democracia, 829 muertos en atentados terroristas, miles de heridos y miles de familiares afectados, el cese definitivo de la violencia constituye la mejor noticia de los últimos tiempos.

La victoria sobre ETA ha sido sin duda un triunfo de todos los gobiernos demócraticos que, desde 1977, han desplegado todos los medios policiales, judiciales y políticos a su alcance para conseguir este objetivo.

Será injusto no mencionar de forma explícita, el extraordinario papel jugado por el gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero y su ministro del interior Alfredo Pérez Rubalcaba, en la fase final del proceso contra ETA. La combinación de inteligencia política, decisión y eficacia policial demostrados en estos últimos años han sido decisivos para llegar al momento actual. Enhorabuena al Gobierno

La mayoría de los Partidos Políticos y Organizaciones Sociales han acogido el fin de la violencia con alegria y esperanza, tan solo algunos dirigentes del PP, de UPyD y los medios de comunicación que forman parte de la  "caverna mediatica", todos ellos  "inasequibles al desaliento", le han puesto pegas a la declaración al calificarla de insuficiente e incluso, en algunos casos, de intrascendente.

No se puede incluir en este grupo a  muchas victimas del terrorismo pues, dadas sus especiales circunstancias, es comprensible que manifiesten reticiencias, aunque también hay que destacar que algunas de ellas han sido capaces de sobreponerse a su dolor y han calificado también de esperanzadora la declaración del fin de la violencia.

Contraponer la declaraciónde fin de la violencia a la necesidad de que ETA se disuelva formalmente y entregue las armas, es un argumento profundamente demágogico, por que aunque es evidente que el objetivo final es la disolución y el desarme de ETA, no es menos cierto que es casi imposible que todos los pasos  puedan darse  simultaneamente.

El cese definitivo de la actividad armada es una condición imprescindible para que puedan darse los pasos siguientes y determina también el escenario idóneo para que esa situación, dificil de gestionar por  su complejidad y la cantidad de elementos sensibles que están implicados, pueda darse en condiciones de no violencia.

Las declaraciones efectuadas en los últimos dias por algunos dirigentes del Partido Popular, hacen albergar muy serias dudas sobre la voluntad y capacidad de este Partido, en caso de ganar las elecciones del 20N,  para desplegar la inteligencia y la flexibilidad política necesaria para culminar con éxito el proceso de disolución de ETA.

Según  nos enseña la historia mas reciente, los procesos de disolución de organizaciones armadas son largos y complejos.

Los acuerdos del Viernes Santo de 1998, en los que el IRA anunció el fin de la lucha armada, tuvieron continuidad en 2006 con la  decisión de disolver su estructura  miltar y solo en 2008 el Gobierno Británico reconoció el desarme final del IRA. Un proceso complejo que ha durado 10 años dificiles, en los  que se vivieron muchas tensiones.

Bienvenida por tanto la declaración de cese definitivo de la actividad armada y preparémonos con esperanza y paciencia, utilizando la  inteligencia y flexibilidad política necesaria,  a iniciar la siguiente fase que deberá llevarnos al la disolución final de ETA.