Vuelve la pinza
La vuelta de la pinza y al discurso de las dos orillas, que se ponen de manifiesto en el apoyo dado por IU en Extremadura al gobierno del PP, me lleva a recordar la época mas negra de esta organización, hace aproximadamente quince años, cuando la dirigía el que considero el dirigente mas nefasto de la izquierda española desde la transición democrática.
El parrafo anterior hay que entenderlo en el contexto de mi historia personal como participante en la fundación de IU, en la que en su momento deposité muchas expectativas.
Como tantos otros a la largo de la historia de IU, tuve que salir de la organización precisamente por discursos como ese, pero sigo lamentando que quince años después, cuando esos conceptos parecían estar arrinconados, vuelvan a aparecer con fuerza en Extremadura, Alava y quien sabe en cuantos sitios más, sin que la dirección federal de IU, cada día mas débil, sea capaz de evitarlo.
No creo tener una actitud revanchista contra IU sino, al contrario, aunque muy lejos de sus posiciones todavía mantengo un cierto afecto hacia ella y me sigue doliendo que se deslice hacia posiciones de marginalidad y que su papel politico sea cada día mas irrelevante.
Creo que IU podría jugar un papel positivo en el seno de la izquierda española si supieran gestionar políticamente las relaciones de rivalidad vs. cooperación que inevitablemente se dan entre dos organzaciones, PSOE e IU, que comparten en buena medida un mismo electorado.
No hace falta ser un sabio analista para comprender que el crecimiento, escaso por otra parte, que tuvo IU en las últimas elecciones municipales y autonómicas, fue debido mucho mas a los errores que hayamos podido cometer los socialistas que a meritos propios.
El sentido del voto extremeño tampoco parece muy complicado de entender: los ciudadanos han interpretado que el PSOE ha girado a la derecha, y han apoyado a IU para que contribuya a promover un giro a la izquierda. El papel político que le queda a IU, aunque no parecen muy dispuestos a asumirlo, es el de actor secundario complementando en sentido progresista las politicas del PSOE y no el de protagonismos efimeros apoyando gobiernos de derechas.
Me sorprende por otra parte la simplicidad política de los argumentos dados por IU en Extremadura: Uno de caracter político, se creen su propia demagogia de que el PP es igual que el PSOE y actuan en consecuencia colocandose supuestamente en el fiel de la balanza, otro de caracter formal, en el que deben tomar a todo el mundo por tonto, IU no ha apoyado al PP, se ha limitado a abstenerse.
En cualquier caso, cuando en el próximo proceso electoral IU vuelva a las catatumbas, la culpa será por supuesto del bipartidismo, la ley electoral, o cualquier otro factor externo, nunca estará relacionada con sus decisiones políticas.
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