38 Congreso del PSOE: Regulación de las incompatibilidades

Este cuarto articulo relativo al 38 Congreso del PSOE, se dedica a las incompatibilidades, tema que, aunque no sea muy visible para la opinión pública, tiene  mucha importancia en el modelo de Partido que hay que diseñar en el próximo Congreso.

El asunto de las incompatibilidades salta a la opinión pública cuando un político, además de ocupar varios puestos, cobra varios sueldos, caso de la actual presidenta de Castilla La Mancha, Dolores de Cospedal y de algunos otros altos cargos, la mayoría del PP aunque también ha habido algún caso en el PSOE, espero que ya subsanado.

Pero si cobrar varios sueldos por ocupar varios cargos públicos es  una inmoralidad absolutamente intolerable y nuestros estatutos deberían prohibirlo de forma taxativa, el hecho de ocupar varios cargos aunque solo se reciba una retribución, es también una mala practica que el Congreso debería regular y restringir al mínimo iimprescindible.

En la figura que encabeza estas notas se esquematiza un  modelo conceptual simplificado del partido, representado por cinco circulos concentricos , los tres primeros  representan los organos de dirección: Comisiones Ejecutivas federal, regionales y locales, cuyos puestos son ocupados por los cuadros altos y medios del partido, en segundo lugar estaría la base del PSOE, formada por dos tipos de militantes, los  activos que participan asiduamente en actividades del partido y en otras afines de carácter social y los "militantes pasivos" que mantienen la afiliación pero tienen muy poca o ninguna actividad por razones naturales, edad, situaciones personales etc o, lo que es cada vez más frecuente, por el desanimo debido  al mal funcionamiento del PSOE o a la política realizada por el gobierno socialista.

Además de estas  cinco capas se han incluido la de los simpatizantes, a veces mas activos y entusiastas que muchos militantes y la de los votantes que en estas elecciones ha quedado bastante disminuido. Tanto simpatizantes como votantes deberían ser objeto de más atención mas alllá de los momentos electorales.

Sobre la estructura del partido se ha superpuesto una mancha verde que representa los dirigentes políticos que, además de cargos de dirección en el partido, ocupan puestos de represantación pública en las distintas Administraciones. La inmensa mayoría de los puestos de representación  son ocupados por miembros de la dirección ejecutiva del partido en sus distintos niveles.

Si los dirigentes del Partido han sido elegidos por ser los mejores y los mas capaces, tiene  lógica que representen también al PSOE en los puestos públicos, pero además de que  la primera premisa es con frecuencia incierta, la proliferación de multicargo, que se dan con frecuencia en nuestro partido, hace imposible que se puedan desempeñarse con la eficacia necesaria.

El 38 Congreso debería establecer incompatibilidades entre. distintos  cargos orgánicos, distintos cargos cargos públicos y cargos orgánicos con públicos.

En el nivel orgánico Ningún miembro del partido debería poder pertenecer simultaneamente  a dos comisiones ejecutivas sean de caracter federal, regional o local. 

Ningún miltante socialista debería poder desempeñar dos cargos públicos simultanemente es decir sería incompatible ser al mismo tiempo:

Alcalde o Concejal y Diputado nacional o regional.

Habria que exceptuar los casos en que para ocupar un cargo público sea necesario ocupar previamente otro, como el de senador autonómico que se elige entre los diputados regionales, pero aun en este caso ¿Es necesario que el compañero elegido simultanee el puesto de senador con el de Secretario General y Portavoz parlamentario? ¿No hay otro diputado con menos carga funcional que pueda ocupar el puesto? Se trata sin duda de una mala práctica.

La tercera incompatibilidad que se propone es también poco visible pero genera muchas ineficiencias. Se trata de definir incompatibilidades entre puestos de partido y puestos de representación pública.

No tiene sentido que un Secretario de Estado o un Ministro gestione una secretaría ejecutiva y menos la de organización.

El mismo esquema debería aplicarse a CC.AA. o Ayuntamientos donde se gobierna.

Hay que salvaguardar sin embargo la simultaneidad de cargos que seguramente minimiza más el papel del partido: la coincidencia entre Secretario General y presidente del Gobierno, o Alcalde, Presidente de CC.AA. o portavoz de la oposición. Incompatibilizar estos cargos produciría un efecto de bicefalia que probablemente crearía muchos mas problemas de los que resuelve. 

Pero la dedicación prioritaria, y es lógico que así sea, de los S.G. a todos los niveles a las instituciones, es un factor que contribuye a alejar a los militantes de sus dirigentes. La solución parece sencilla desde el punto de vista conceptual: delegar en un vicesecretario general o en el secretario de organización, que tengan  mayor disponibilidad, para que gestione, en contacto permanente con el S.G., el dia a dia de las agrupaciones.

Esta solución tiene una desventaja para los S.G.: tendrían que compartir el poder y perderían el caracter cesarista que tienen en muchos casos y eso seguramente les resultará duro. La alternativa, a estas y otras malas practicas, la estamos viendo continuamente en muchas agrupaciones. las decisiones políticas se toman en los grupos institucionales, los comités y las asambleas quedan limitadas a decisiones de caracter administrativo, se les informa poco y tarde de lo que pasa en las instituciones y cuando se les requiere para las campañas electorales cada vez responden menos.

Las incompatibilidades descritas y seguramente algunas otras, pues la casuistica es muy alta, deben  ser la regla general de obligado cumplimiento. Habría que definir un cauce adecuado para tratar aquellas situaciones que deban ser consideradas como una excepción puntual a la regla general.